
es clave para ver resultados.
Has seguido una dieta saludable, encontraste los ejercicios correctos y no puedes esperar para ver los resultados de tu arduo trabajo en el espejo: ese merecido six-pack. El problema es que no estás viendo los resultados que deseas. Bueno, existe una explicación más profunda.
Todos los seres humanos nacemos con un six-pack. Pero, en la mayoría de los casos, se encuentra escondido detrás de una capa de grasa. El poder ver tus músculos six-pack, solo indica que tienes un porcentaje bajo de grasa corporal. Ejercitar tus músculos six-pack, con ejercicios específicos, te ayudará a desarrollarlos haciéndolos más grandes y definidos. Pero, existen otros factores que influyen en la manera en la que lucen.
Estos son cuatro motivos por los cuales puedes no estar viendo resultados favorables en tu six-pack:
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- Tu grasa corporal no es lo suficientemente baja: El hecho de que tu six-pack no sea visible, no significa que no seas fuerte o que no estés en forma. Simplemente, puede significar que tu grasa corporal no es lo suficientemente baja. El primer paso es enfocarte en tu ingesta de calorías; asegurarte de que estás comiendo una dieta balanceada y de que no estás consumiendo una cantidad excesiva e innecesaria de calorías. También puedes considerar el incluir un par de entrenamientos extra durante la semana para potencializar tu quema de calorías. El entrenamiento HIIT (rutina de entrenamiento de intervalo de alta intensidad) es estupendo para bajar esas libras extra, al mismo tiempo que te ayuda a mantener tu masa muscular.
- Estás reteniendo líquidos: Por lo general, esto se debe a que estás consumiendo demasiada azúcar, sal o ambos. La sal hace que tu cuerpo retenga agua, especialmente alrededor de tu abdomen. Esto es similar a lo que sucede al ingerir azúcar; la grasa abdominal incrementa y desencadena en la retención de líquidos.
- Estás haciendo los ejercicios incorrectos: Hacer abdominales no garantiza que marcarás tu six-pack. De hecho, este ejercicio puede empeorar las cosas, en especial si has tenido un bebe. Es posible que estés haciendo el ejercicio incorrecto si puedes ver una separación notable del músculo llamado línea alba o si sientes que tu postura está fuera de lugar y tu abdomen sobresale. Esto significa que puedes estar tomando un mala postura y que necesitas disminuir las flexiones que involucren los músculos del abdomen bajo para enfocarte más en las flexiones transversales. Intenta con estos ejercicios.
- Sufres de un desequilibrio hormonal: Como especialista en ejercicio pre y postnatal, a menudo escucho a las nuevas mamás decir que están decepcionadas por no poder recuperar sus abdominales. Hay muchas hormonas que permanecen en el cuerpo después del embarazo, especialmente cuando estás amamantando. E incluso, si no has tenido un bebé, muchos factores pueden conducirte a tener a un desequilibrio hormonal: sueño, estrés, ingerir medicamentos, etc. Sin embargo, este no es solamente un problema de mujeres. Los hombres también sufren de desequilibrios hormonales, los cuales pueden ser la causa de la retención de grasa y de cómo luce su six-pack. Existen algunas maneras naturales de potencializar los niveles de la hormona del crecimiento (HGH) en tu cuerpo, los cuales disminuyen a medida que envejecemos. Dormir lo suficiente, ejercitarse y consumir una dieta bien balanceada, son algunas de ellas. Considera recurrir a técnicas de reducción del estrés, tales como meditar, hacer ejercicios de respiración y yoga para mantener estabilizados tus niveles de cortisol.
También, es importante establecer una rutina de ejercicios integral, para quemar grasa de manera efectiva, fortalecer tu cuerpo y ejercitar los músculos del abdomen. De esta manera eficientizarás el proceso y lograrás moldear tu six-pack. Recuerda, reducir grasa en zonas específicas es un mito. Tus partes del cuerpo no son «dueñas» de la grasa que las cubre. Por lo tanto, hacer tus ejercicios abdominales de manera adecuada, es solo una pequeña parte del entrenamiento que tendrás que mantener para lograr el cuerpo que sueñas. Al pararte frente a un espejo, toma un segundo para enorgullecerte del trabajo, interno y externo que estás llevando a cabo.