
de que haga ejercicio contigo.
Cuando estás ocupado equilibrando la vida universitaria, a menudo tu cuerpo es el que paga las consecuencias. He aquí algunos consejos sencillos para mantener tu peso.
En esta época del año, cuando vas a la universidad por primera vez o regresas después de las vacaciones de verano, puede ser todo un reto si estás tratando de mantener tu peso o de bajar de peso. El “aumento de 15 libras en el primer año” se convierte en una realidad para muchos estudiantes nuevos de la universidad y regresar a la dieta estándar universitaria de comida rápida se vuelve una realidad para quienes regresan a la universidad. La única forma de evitar aumentar de peso es encontrar maneras de mantenerse activo, reducir el estrés y mantener una dieta saludable. He aquí algunos consejos para ayudarte a incluir actividad diaria y evitar aumentar de peso.
Comienza a caminar:
Caminar puede ayudar a quemar calorías, a mejorar el tono muscular y a reducir el estrés. Utilizar un simple podómetro que se lleva a la cintura es una forma estupenda de monitorear cuanto caminas diariamente. Una meta sana que puedes intentar y lograr es de 10,000 pasos por día.
Aumenta el ritmo:
Conforme agregues caminatas habituales a tu día, aumenta lentamente la duración hasta que te sientas bien con 30 minutos. Después aumenta tu nivel de intensidad al caminar más rápido. Comienza a incluir terrenos diversos como colinas y después continúa a un ritmo de trote o corriendo.
Sube escaleras:
Subir escaleras es genial para mejorar tu nivel de condición cardiovascular. Además, pone a trabajar todos los músculos de la parte posterior de las piernas y los glúteos. Si no encuentras unas buenas escaleras, haz ejercicios con un banco. Proponte hacer el equivalente a 50 escaleras por día.
Ponerse al día en el almuerzo:
Es mucho más fácil terminar un programa de entrenamiento cuando tienes a un compañero que también lo hace. Trata de convencer a algún amigo o familiar de que haga ejercicio contigo durante la hora del almuerzo o en el tiempo libre que tengan entre una clase y otra. Es una forma estupenda de ponerse al día y al mismo tiempo es saludable para el cuerpo.
Encuentra alguna oferta de para entrenamientos físicos:
Muchas universidades cuentan con ligas de deportes recreativos y ofrecen descuento en las membresías al gimnasio o en cursos para ponerse en forma. Busca también en línea algún programa que te permita probar muchos cursos locales de ejercicio a precio rebajado.
Aprende algunos movimientos:
En el dormitorio o donde sea que vivas, haz ejercicios de resistencia con el peso corporal como las sentadillas, zancadas y lagartijas. Cuando ya estés listo, podrás avanzar a usar pesas. Si sabes hacer lo básico, siempre que tengas algunos minutos libres, puedes maximizar tu tiempo y ponerte más fuerte al hacer ejercicios sencillos. Existen muchas rutinas de ejercicio gratuitas en línea que puedes hacer cuando tengas algo de tiempo.
Consume bocadillos saludables:
No caigas en el mal hábito de consumir bocadillos poco saludables cuando andas de prisa. En su lugar, prepárate y lleva contigo golosinas saludables. Trata de encontrar bocadillos que tengan alto contenido de proteína que te ayudarán a sentirte lleno durante más tiempo. Evita las calorías vacías y elige alimentos ricos en nutrientes que son esenciales cuando estás estresado y ocupado.
Mantente hidratado:
Cuando tu cuerpo está bien hidratado, retienes menos líquido. También me he dado cuenta que cuando tomo líquidos a lo largo del día, tengo menos ganas de consumir bocadillos. Con mucha frecuencia confundimos la sed con el hambre. Trata de tomar un mínimo de 8-10 vasos al día o más si hace calor o si estás haciendo ejercicio.
Si sigues una rutina saludable e incluyes mis consejos, sobrevivirás la vida universitaria son alterar tu composición corporal.